
¿Qué le hace sufrir tanto a este indio? No le duele el orgullo, ni la envidia, ni el miedo. Le duele el alma porque su alma está en la tierra que tiene que ceder. Por eso, al hacerlo, con todo el orgullo de una raza condenada a desaparecer ante el avance de nuestra civilización, nos dejó a todos este mensaje.
Con frecuencia, caminamos seguros de que nuestra forma de enfrentar la vida, la supervivencia, los problemas, es la única, es la mejor… cuando ni siquiera nos hemos planteado si existe otra posibilidad de ver, sentir, vivir con esa realidad que nos rodea; si existen otras formas de coexistir, de pensar, de cohabitar en este mundo con los demás seres vivos
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